Primero debemos diferenciar los términos MIEDO y FOBIA. Pues el miedo es cuestión de mentalizarse y ya está. Pero cuando hablamos de verdadera fobia al dentista, el paciente que la padece puede presentar temblores de manos, sudoración, palpitaciones, ataques de ansiedad o de pánico.
Por lo que hoy vamos a tratar de proporcionar trucos para superar la fobia:
1. Acudir a un especialista que te ayude a superar la fobia.
2. Tomar un ansiolítico antes de acudir a la cita dental.
3. Considerar la sedación consciente como opción para llevar a cabo el tratamiento. Ésta opción simplemente te ayudará a entrar en un estado de profunda calma, guiado por un medico anestesista que estará presente durante todo el tratamiento.
Es importante:
1.Analiza las causas del miedo
– Una mala experiencia anterior.
– No quieres pasar dolor. (Para cualquier intervención que te pueda causar dolor, el dentista te va a aplicar anestesia).
– Te dan miedo las agujas o algún otro instrumento.
– Temes que vayas a necesitar anestesia porque no te gustan nada las agujas en general y aún menos que te pinchen en la boca en particular. (Cierto que a veces puede ser percibido como algo desagradable, pero cada vez se usan agujas y técnicas que hacen que notes menos el pinchazo).
– En cuanto a los instrumentos, todos están pensados para ayudarte, y tal vez te sirva que te expliquemos bien cómo funciona y cómo va a usar el aparato en cuestión que te da miedo.
– Has descuidado mucho tu boca y ahora te da vergüenza. Nunca te juzgaremos. Solo tú conoces tus circunstancias. Ahora estás buscando una solución y dártela es nuestro cometido. Que acudas a la consulta es algo positivo para ambos.
– No quieres que te den malas noticias. (Cuanto más tardes en acudir más grande será el problema).
– Te da miedo la anestesia. La cantidad de anestesia que vamos a poner es la justa y necesaria para tratar la pieza o piezas que hay que arreglar. Lo único que vas a sentir es… que no vas a sentir nada.
Consejos para superar el miedo al dentista en adulto:
1. Una primera visita tranquila
Realizaremos una revisión, donde no te vamos a tener que hacer nada más que mirar el estado general de tus dientes y encías.
El objetivo de esta primera e inocua visita es que compruebes si te gusta la clínica, si la persona que te atiende es agradable y te inspira confianza. Además, si te sientes a gusto, vas a poder sentir la confianza de hablar con tu el/la odontólogo/a sobre tus miedos y lo que te pone nervioso o nerviosa.
2. Acude a la clínica dental cuando haya menos gente
Normalmente suele ser a primera hora, porque es el momento del día en el que casi todo el mundo está trabajando. Además, al ser por la mañana ya “te lo quitas de encima” para el resto del día y lo dejas atrás lo antes posible. Aunque en tu afán por terminar con ello lo antes posible no debes acudir a la cita antes de hora. Seguramente estar sentado en la clínica esperando que te llegue el turno aumente tus nervios. Llega a la hora que tienes que llegar.
3. Toma el control de la visita
Explícanos tu miedo y lo más normal es que acordemos una señal para que le indiques cuando algo va mal.
De hecho, lo habitual es que antes de empezar un tratamiento indicamos que que levantes la mano si notas algo que te molesta. Si esto sucede, detendremos el tratamiento y seguirá solo una vez resuelto el problema.
4. Escucha música
Aunque normalmente hay música en la sala de espera, tú puedes llevarte la tuya propia para escuchar con los cascos, también durante el tratamiento.
Y quien dice música dice tu audiobook favorito o el podcast que nunca te pierdes. Esto te ayudará a distraerte y no darle vueltas a lo que va a pasar o dejar de pasar en la consulta.
5. Usa técnicas de relajación
Practicar ejercicios de respiración profunda: inspira lentamente, retén el aire en los pulmones unos cuantos segundos y expira lentamente.
Repite hasta que notes que tu ritmo cardiaco es estable y lento, que ya no sientes nervios.
6. Por último, si bien esto no es algo que dependa de ti, sí es algo que vas a poder comprobar en esa primera visita que te recomendábamos. Busca una clínica donde encuentres empatía, la calma, paciencia. Habitualmente nosotros explicamos todo sobre lo que se va a hacer y cómo. Esto sin duda te va a dejar mucho más tranquilo. Y es que cuanta más información tengas, más seguro o segura te encontrarás de que todo va a salir bien.
De hecho, dada nuestra experiencia, solemos detectar enseguida si eres un paciente con miedo al dentista. Suele haber señales muy obvias: desde tensión en la cara, que te frotas las manos, carraspeo o tos nerviosa… Y estamos habituados a manejar estas situaciones.
Esperamos haberte ayudado con la lectura de éste artículo y deseamos haberte fomentado los ánimos que te faltaban para tomar una primera visita.